martes, 19 de enero de 2016

ADIVINA, ADIVINANZA...



Como sabéis, hoy, uno de vuestros compañeros trajo a clase un adivinancero. Pero, ¿qué es un adivinancero? Como muy bien habéis dicho esta mañana, se trata de un libro que, como su propio nombre indica, contiene adivinanzas.

¿Seréis capaces de dar solución a algunas adivinanzas de este libro que hemos descubierto hoy? 

¡Mucho ánimo y... a pensar!


Adivinanza 1.

Llevo mi casa al hombro,
camino con una pata,
y voy marcando mi huella
con un hilito de plata.

Adivinanza 2.

En alto vive,
en alto mora,
en alto teje
la tejedora.

Adivinanza 3.

Como una culebra,
soy larga, muy larga;
me enrosco en el cuello,
doy vueltas y cuelgo.
Si no me adivinas,
¡qué frío que pasas!

Adivinanza 4.

Con brazos sin ser persona,
cuello sin ser animal,
seguro que tú me llevas,
te toco sin hacer mal.

Adivinanza 5.

Te la digo y no la entiendes,
te la vuelvo a repetir,
y, por más que te la digo,
no me la sabes decir.

Adivinanza 6.

Vive en la panza,
aunque se enseña
en cierta danza.

Adivinanza 7.

Cuatro señoras graciosas
que se reparten el año;
una nos trae muchas rosas,
otra nos empuja al baño,
otra deshoja las hojas
y otra se viste de blanco.

Adivinanza 8.

Aquí estamos doce hermanos;
yo, que el segundo nací,
soy el menor entre todos,
¿cómo puede ser así?

Adivinanza 9.


Cargadas van,
cargadas vienen,
y en el camino
no se detienen.

Adivinanza 10.


Dos hermanas muy unidas,
que caminan al compás
con las piernas por delante
y los ojos por detrás.


Si os apetece podéis llevar a clase otras adivinanzas que se os ocurran o que conozcáis. Consultad con vuestros familiares, seguro que os pueden ayudar.


jueves, 14 de enero de 2016

YO LEO, TÚ LEES, ELLOS LEEN.


Como sabéis, leer es una herramienta básica en nuestro día a día, tratándose así de un instrumento que se encuentra implicado en la mayoría de actividades que realizamos en nuestra vida cotidiana: leemos las invitaciones de cumpleaños, los correos electrónicos, los precios de las cosas, las señales o normas de los lugares, analizamos facturas, accedemos a los conocimientos que nos trasmiten los libros y a las historias que nos relatan los cuentos…





Por ello, provocar la afición por la lectura como experiencia vital en vuestros hijos/as debe ser una de nuestras principales tareas, contribuyendo de esta forma a asentar los aprendizajes a lo largo de su vida, y por tanto, mejorando la educación de estos.

Recordad, que cuando vuestros hijos e hijas eran bebés les animabais a hablar, de la misma manera les podemos estimular su afición por leer.

A continuación, os presento una serie de sugerencias y orientaciones para crear lectores activos.

▪ Lee en voz alta, déjale que elija los libros (acorde a su edad) y disfrute con ellos.

▪ Llévalo a la biblioteca de tu ciudad y fomenta las visitas a la misma, también a museos y lugares de interés cultural y patrimonial.

▪ Fomenta el uso de herramientas de consultas, libros, diccionarios, enciclopedias,
Internet. Ayúdale a buscar palabras en el diccionario.

▪ Incentive al niño/a a que narre un cuento usando sus propias palabras y escúchelo sin interrumpirlo.

Lee delante de él o ella, ya que si nos mostramos como lectores habituales nos imitarán. Háblale de lo que leemos, de lo que nos gusta, nos sorprende, nos interesa.

▪ Utiliza situaciones que nos presenta la vida cotidiana para animarles a leer y escribir: recetas, carteles, cuentos, periódicos, folletos, catálogos...

▪ Recomienda libros como regalo.

Jamás haga que su hijo/a asocie la lectura con castigo.

▪ Limita el tiempo que pasa frente al televisor y al ordenador y haz de la lectura un placer alternativo y compartido.